En la actualidad se disponen de diversas estrategias para el aprovisionamiento de electricidad, actuando tanto como consumidor suministrado por un comercializador o como Consumidor Directo en Mercado.
Mercado Minorista
Habitualmente, los consumidores de todo tipo, como viviendas, negocios, industrias, etc. trabajan con empresas comercializadoras (en lo que se conoce como el mercado minorista) que les facturan un precio variable (o indexado, donde también se encuentra el PVPC – Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor), un precio fijo o una combinación de ambos. Estas comercializadoras son las que intermedian con el resto de agentes del sector.

Mercado mayorista
No obstante, existe otra opción que es la de acudir directamente al mercado mayorista, empleando una figura regulada en la Ley del Sector Eléctrico conocida como Consumidor Directo en Mercado. Aunque verdaderamente cualquier tipo de consumidor puede actuar de este modo, por sus características sólo suele ser aconsejable para grandes consumidores o agrupaciones de medios y pequeños consumidores bajo una misma titularidad, cuyo conjunto supere los 4 GWh de consumo anual y que dispongan de registro horario de consumo y telemedida.
El mercado mayorista, al igual que los productos indexados estándar del mercado minorista, dispone de un precio variable, diferente en cada hora, lo que viene permitiendo a medio y largo plazo una mayor competitividad y ahorro a los consumidores, frente a la concepción previa del suministro de energía eléctrica como un coste fijo. En todo caso, y empleando las mismas herramientas que utilizan las empresas comercializadoras, la fluctuación del precio del mercado mayorista puede ser minimizada o anulada mediante herramientas de cobertura en los mercados a plazo de energía eléctrica (Futuros).

Así pues, convertirse en Consumidor Directo en Mercado presenta una serie de ventajas e inconvenientes que deben ser tenidos en consideración previamente y que ya han sido valoradas por cada vez más empresas en el sistema eléctrico español, como demuestra el listado publicado por la CNMC con el conjunto de éstos, que crece cada vez a mayor ritmo.
Las ventajas
- El ahorro que se genera:
- Al prescindir de la figura de intermediación del comercializador y, por ende, del margen de comercialización, costes financieros y primas por impago.
- Al no sufrir la imposición de márgenes ocultos que introducen muchas comercializadoras, con la no aplicación de determinados componentes negativos que implican un menor coste al consumidor, la elevación a barras de central de términos a los que no aplican y otras técnicas de dudosa ética.
- Al evitar el pago de la Aportación al Fondo Nacional de Eficiencia Energética, obligatoria para empresas comercializadoras de electricidad por el volumen de consumo de sus clientes y actualmente fijada en el entorno de 0,27 €/MWh.
- Al evitar la tasa municipal cuyo importe consiste en el 1,5% de los ingresos brutos procedentes de la facturación descontados los peajes de acceso, según el artículo 24.1.c) del texto refundido de la Ley Reguladora de Haciendas Locales y cuyo valor aproximado es de 1 €/MWh.
- Al evitar el coste de financiación del bono social, que deben sufragar las comercializadoras en proporción con su número de clientes y cuyo valor aproximado se fija en 8 €/cliente-año.
- Al evitar la parte proporcional de Impuesto Especial sobre la Electricidad en relación con los términos previos.
- El consumidor puede planificar su propia estrategia de compra y aprovisionamiento de energía en las diferentes sesiones del mercado gestionado por OMIE y la cobertura del precio mediante futuros, contratos bilaterales o los PPA (Power Purchase Agreement).
Los inconvenientes
- El consumidor necesita disponer de conocimiento del mercado y su regulación, asumiendo la operativa y carga administrativa relacionadas con la estimación de consumo, programación de la energía, liquidación y facturación.
- Requiere la disposición de recursos financieros (depósitos, avales…) para la participación en mercado, así como solvencia y agilidad en la formalización de garantías y realización de pagos.
- La penalización por desvíos puede ser superior a la que registre un comercializador eficaz, en caso de no realizar un seguimiento y monitorización del consumo y una correcta previsión de demanda de energía.
Actuar con un Representante en el Mercado Mayorista
Sin embargo, muchos de los inconvenientes pueden minimizarse o desaparecer con el correcto asesoramiento de un representante en mercado:

- El representante ha de disponer de los conocimientos necesarios para la correcta operación en mercado y control de liquidaciones y facturación, así como de los recursos necesarios para procesar la información recibida de los organismos pertinentes y facilitársela al consumidor en un formato sencillo, comprensible y exportable a sus sistemas de contabilidad.
- Las garantías necesarias para la participación en mercado con los diversos agentes se encuentran en el entorno de 4.500 € para la compra de 1 GWh de consumo anual. Dichas garantías también deben ser dispuestas por las comercializadoras, que pueden disponer de costes de financiación superiores a los de muchos consumidores, y cuyo coste repercuten a sus clientes.
- El precio medio de la penalización por desvíos durante el año 2017 en el mercado libre fue inferior a 0,25 €/MWh. Con la colaboración estrecha entre el representante y el consumidor para conocer los patrones de consumo y variaciones diarias e intradiarias es posible reducir esa cifra y tener un menor coste que el de la comercializadora.
Así pues, podemos decir que el ahorro mínimo de la compra directa en el mercado mayorista frente al mercado minorista para un gran consumidor, suponiendo que los costes de financiación y desvíos de la comercializadora fueran iguales a los del consumidor directo, así como la no inclusión de ningún tipo de margen oculto, sería de 1,35 €/MWh.
Si entramos a valorar el margen de intermediación impuesto por el comercializador, la imposición de primas o costes ocultos, así como agrupaciones de consumidores con gran cantidad de puntos de suministro generadores de un elevado coste de financiación de bono social para una comercializadora, el ahorro se elevará considerablemente.
Como conclusión, podemos afirmar que la compra directa en el mercado mayorista puede ser una opción muy atractiva, siempre que se disponga del correcto asesoramiento de un refrendado representante. Neuro Energía, como empresa apasionada y experta de la energía, con un amplio equipo de desarrollo y análisis y soluciones de software para la correcta operación y control del mercado mayorista, se encuentra a su disposición para estudiar su situación concreta y asesorarle en relación con las opciones que puedan proporcionarle mayor ahorro y tranquilidad. Adicionalmente, la utilización por parte de Neuro Energía de herramientas de inteligencia artificial orientadas al sector de la energía permite la optimización de las estrategias de aprovisionamiento en las diferentes sesiones del mercado de OMIE, de las coberturas de precio y la mayor reducción en el coste de desvíos.
Comentarios
2 respuestas a «Consumidor Directo en Mercado»
No es verdad que los consumidores directos no tengan que pagar la tasa municipal.
Aunque ese tema ha suscitado discusiones desde hace mucho tiempo, finalmente la Dirección General de Tributos se pronunció en respuesta a una consulta vinculante de un consumidor directo en el sentido de que SI, que la tienen que pagar. Saludos.
Así es, se trata de la consulta vinculante V4758-16, que indica que se debe aplicar el artículo 24.1.a) de la Ley de Haciendas Locales en lugar del 24.1.c), que es el que indicamos que se evita.
El artículo 24.1.a) es muy general, y por lo que conocemos, en pocos casos se ha conseguido aplicar.
Gracias por su comentario.